3 de marzo de 2011

Está cerca, el viento del norte se acerca.

Con matices cálidos del rojo, se despide esta tarde la luz. Trae un viento que con el tiempo se vuelve frío, trae pequeños rastros de nubes que antes de llegar a la cordillera se pierden. Estamos presenciando el clímax de la estación, estamos sintiendo los últimos calores del verano, los últimos espectáculos de la época estival. 
Son estas ocasiones en las que me encanta salir, caminar. Ya quisiera estar inmerso en aquél ambiente supra urbanístico que me espera. En lugares tan sencillos, como el parque de relajo dentro de la universidad; lugares tan apacibles, como la terraza del edificio del mall; lugares tan atestados de gente, como la estación de trenes. Me encanta pensar de que pasaré un año -y más- siendo parte del centro de la ciudad.
Espero poder retratar lo mejor posible las experiencias nuevas, los lugares que conozca, la gente que me sorprenda y por qué no, el poder de la mente inmerso en mi persona carnal.-

2 de marzo de 2011

Verano entre tormentas.


"I'm loosing myself trying to compete with everyone else, instead of just being me. Don't know where to turn, I've been stuck in this routine. I need to change my ways instead of always being weak.
I don't wanna be afraid, I wanna wake up feeling beautiful, today. And know that I'm okay, cause everyone's perfect in an unusual way... So you see... I just wanna believe in me."
Believe in me - Demi Lovato 


Últimamente todo se me ha hecho, de manera no exagerada, muy inoportuno, inestable, denigrante; no sé por qué me vienen bajas anímicas cuando estoy centrado en cosas, que aunque no sean de mucha importancia psicológica, me tienen al borde de un nuevo colapso.
Anoche vi en mí una etapa nueva en esta, anoche se desató la rabia que hace tiempo no podía sacar de mí por algo de autoprotección (y a los míos también, en verdad). Anoche mis padres me llevaron a un estado de éxtasis que me llevó a acciones de las que no me arrepiento, pero sí me veo en una situación de peligro: cruzar la calle a plena luz roja de peatones, empujar gente en la estación de metro para colarme hasta el torniquete, vomitar en la calle, llegar a casa a oscuras y abrir el vodka, beberme la mitad de la botella antes de sentir borrachera.
De las últimas cosas que anoche hice no me arrepiento ni un poco, además, fue un momento "grato", porque en ningún momento recordé lo que esa noche ya había pasado. Estuve ebrio hasta no sé qué hora, luego me acosté en un fallido intento de ir a la cocina en busca de algo para comer. A la mañana me desperté con un dolor de cabeza horrible y con un muro de facebook lleno de pelotudeces. La mayoría las recuerdo, las demás no tengo idea de cómo y cuándo las escribí. 
Bueno, a pesar de todo, mi enojo ya no está. Pero el de mis padres está latente solo por orgullo y egoísmo. Está bien, hace tiempo que no sentía esa adrenalina, tenía ganas de hacerlo? no, pero si se dio la oportunidad para hacerlo, bienvenida... la tomé.-