24 de abril de 2010

Viviendo el día a día...

Sabes, necesito de unos cuantos tragos de algún alcohol fuerte. Quizás ron o pisco, o solo un martini para relajar las revoluciones mentales. Últimamente he estado faltando al colegio para evitar que la gente que esta a mi alrededor, esas personas que son pilares de mi vida, termine o le afecte de alguna manera mi patético animo. Ya es frecuente despertar todas las mañanas a eso de las 7 en punto y permanecer sentado en mi cama unos diez minutos después de que suene la alarma. Ahí comienzo a planificar u ordenar el sistema con el cual daré la pelea durante las 17 o 18 horas de mi día. Hay días en que puedo controlar esa histeria que se apodera de mi, esa histeria que me ordena a maldecir y maltratar cosas o personas, o esa que es un poco mas compleja que ya me exige que dentro de todo pueda tomar algún tipo de medicamento para "sanar" alguna dolencia inexistente, pero cuando ya no puedo decir que no, es a la búsqueda del placer mediante una tijera o un cuchillo de cocina. Ver esa sangre correr mientras escribo miles de palabras por segundo en mi brazo me llena y me libera de todo mal. 
Durante estos últimos días, mi vida a cambiado de una manera drástica. He comenzado a asistir a un pre universitario para apoyar o mejor dicho, fortalecer mis conocimientos, para lograr una mejor preparación para la PSU, o por lo menos eso dicen. Dada estas circunstancias, todos los días tengo que tomar metro y atravesar la ciudad de sur a norte, lo cual me quita alrededor de 3 horas diarias mas las 2 horas de clases. Son como 5 horas y media fuera de casa, a la deriva de la ciudad. Hay veces que miro los rieles y mis piernas tiemblan, mi mente me ordena acercarme, pero el miedo me invade y me lleva hasta la muralla, donde me apoyo hasta que llegue el tren. Otras veces me escapo unos minutos a los laberintos subterráneos de la universidad a reflexionar un poco, es un lugar tranquilo, pero tenebroso y frió. A eso de las 10 de la noche ya estoy en mi casa, preparándome para el día siguiente. Luego de eso, duermo.
Me gustaría tener una cámara para retratar cada momento y lugar nuevo que voy conociendo. Eso de perderse en un lugar de tu ciudad donde nunca has estado es algo no trágico ni fatídico, es algo mas como una experiencia aventurada que te enseña del lugar en el que estas viviendo.
Es todo. No tengo nada mas que decir, o quizás si.
He conocido a mucha gente, entre esas personas, tres me han llegado de una manera extraordinaria. 
Barbara, la niña que conocí en clase de biología de pre universitario, me ha mostrado un lado de la vida alegre y feliz del que no he tenido oportunidad de conocer en esplendor, como ella lo ha hecho. Ahora que nos cambiaron de salas, solo nos vemos en clase de lenguaje y de matemática, pero todos los días nos vamos en el mismo bus hasta la estación de metro Santa Ana, donde yo me bajo.
Galilea, la conocí hoy. Ya la había visto en la universidad, pero hoy nos fuimos juntos en el metro, donde nos conocimos mucho el uno al otro. Existió una comunicación fluida todo momento en que estuvimos juntos, nunca nos falto tema y las risas abundaban. Ojala pueda seguir conociéndola. Además tenemos gustos en común, lo que hace todo mas fácil.
Felipe... me guardare esto para mi.

1 comentario:

  1. jjsjaja mi todas las mañanas se me hace tarde por eso, me quedo pensando como le hare otro puto dia mas !!!

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